viernes, 10 de julio de 2009

Al Dolor

Durante el día logro distraerme ya que Dios me ha regalado mucho trabajo, amigos, cine, ejercicio, incluso hasta buenas películas en televisión durante esta semana. Pero son las escasas 5 horas en las que me veo forzado entrar a mi cuarto para descansar, en las que me convierto en tu servidor, tu demonio.

Eres tan grande e indestructible, tan bien fundamentado y justo, con cimientos en el núcleo y llegas hasta la superficie. Tu misma existencia te justifica y sin ti no sería nada, lo sería todo, lo podría todo, lo perdería todo.

Me has dado grandes enseñanzas, los peores momentos y los mejores pretextos. No he aprendido a vivir contigo, pero siempre te he tenido, esperando el mejor momento en el que te pueda invocar para que tomes posesión de mi espíritu.

Te congratulo, te detesto y te aseguro que por la noche seré tu humilde servidor.

No hay comentarios: