La vida está construida con un mazo de cartas que se van acomodando para formar un castillo. El problema es que mientras mas crece ese castillo, se vuelve mas vulnerable por la debilidad del material tan delgado y volatil.
Siempre lo he dicho, sin recuerdos no somos nada. Pero hay recuerdos que crean fuertes corrientes que amenazan con mover a nuestro castillo donde si no se tienen otros castillos cerca que ayuden a hacer frente a dicha corriente simplemente no podríamos seguir poniendo mas cartas encima.
Hoy cumplo 27 años y sigo siendo el "mismo niño dientón y travieso" que pensaba que la vida nunca iba a suceder y la sigo esperando mientras ésta me pasa por un enfrente.
Estoy agradecido con Dios por esta vida y por mis marcianos.
