domingo, 10 de agosto de 2008

salmo 23

El Señor es mi pastor; nada me faltará.

En lugares de delicados pastos me hará yacer:
Junto a aguas de reposo me pastoreará.

Confortará mi alma;
Guiaráme por sendas de justicia por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo:
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Aderezarás mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores:
Ungiste mi cabeza con aceite: mi copa está rebosando.

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida:
Y en la casa del Señor viviré para siempre.

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