lunes, 11 de agosto de 2008

chico

chico se llamaba mi perro, era un french poddle blanco pequeño, caminaba como si estuviera en un circo y todos lo estuvieran aplaudiendo.
Lo extraño mucho, extraño el llegar de la escuela y oler la comida de mamá, abrazarla, saludar al chico y ver cocinar a mi mamá.
Comer en familia, platicando de las vivencias de cada uno, de los 11 de mi hermana, de los 10 de la otra, del che guevara, del trabajo de mi padre, del nuevo cilindrito de mi abuelo.
Discutir por el dilema de a quien le tocara lavar los trastes, una siesta, el nintendo y la tv. Las clases de basket, el olor a neftalina de la maestra de piano de mi hermana, la casa de mis abuelos el olor a mas comida.
La segunda cena en mi casa escuchando a mi padre y pensando en el mañana.
Definitivamente no naci para ser adulto, me pesa mucho serlo. Me cansa la idea de la realidad donde el mañana se ve con mas compromisos laborales y con menos compromisos familiares. Soy el testigo ausente de sus vidas, el actor secundario que se ha hecho terciario.
Pero solo un pensamiento me permite dormir ya de adulto, en el que se que estas tu Dios mio.

y no se me ha olvidado cabron, aun que estabas tomado y yo muy cansado, la comunicación era mala pero es algo que no puedo olvidar .... como dice la canción "por que somos algo mas".

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